De nada sirve que te desveles por arreglar tu barba, si descuidas el principal elemento para su salud, que es el mantenimiento y la limpieza. En esta entrada te daremos algunos consejos y te alertaremos sobre algunos hábitos que sin duda no están ayudando en el crecimiento de tu barba. Si eres un barbudo con experiencia es posible que no te descubramos nada nuevo. Pero si acabas de llegar a la comunidad o llevas poco tiempo metido en el mundillo del cuidado de la barba… te interesa.

¡No toques! ¿Pa’ qué tocas?

Lo sabemos, es difícil resistirse. Cuando llevas poco tiempo dejándote barba pero ya empieza a hacerse notar es una pasada poder acariciarla, comprobar cómo va creciendo y saber que «está ahí». Casi siempre es un gesto inconsciente. Pero es el principal error en el cuidado de la barba y su aseo. Tocar demasiado la barba la llena de suciedad, grasa, partículas y gérmenes que no quieres tener enganchados en tu barbaza. Dale mimos cuando toca y con los productos para la barba apropiados. El resto del tiempo déjala a su aire y tampoco permitas que la gente te la toque alegremente. Es una invasión de tu espacio que todo el mundo debe respetar.

No lavar nunca tu barba. O lavarla demasiado

A ver, alma de cántaro. Si no te lavas la barba te va a picar, va a oler mal, se te pueden formar eccemas cutáneos, salirte granitos, descamaciones de la piel y mil barbaridades más. Puedes tener hasta hongos. ¡No nos hagas esto a los barbudos, que acarreamos una fama que no merecemos!  Lava tu barba unas tres veces a la semana, con un jabón o champú para la barba. El resto de los días, como mínimo aclara tu barba con abundante agua templada y sécala bien. Por supuesto, aplícate aceite para la barba, acondicionador o bálsamo para la barba. Es importante que tu piel y el pelo de tu barba esté hidratado, sano y limpio.

Tampoco te pases. Si usas jabón a diario es posible que elimines la capa de aceites naturales que genera tu piel y que cuidan tu barba. Además podrás incidir negativamente en el PH de tu piel. Usar jabón un día sí y un día no es una buena forma de orientarte. Y quizás en tu caso puedas espaciar los lavados algo más. Vete haciendo pruebas y vigila de cerca el estado de tu piel y del pelo de tu barba, para asegurarte de la frecuencia apropiada.

Usar champús y jabones para el pelo

No están pensados para el cuidado de la barba. El cabello de la cabeza y el de la cara es diferente. Tiene grosores, composiciones y resistencias distintas. El cuero cabelludo y la piel bajo tu barba tampoco tiene las mismas características y necesidades. Ni el mismo PH. Los productos «de supermercado» suelen tener una alta tasa de productos químicos, colorantes, perfumes y agentes que no le hacen nada bien al cuidado de tu barba. Los productos para la barba están fabricados con aceites esenciales naturales y componentes que tu cara y tu barba necesitan y agradecen.

Usar cepillos o peines de plástico en tu barba

Como ya te hemos contado, los cepillos y peines de plástico son fáciles de encontrar y baratos. Pero su proceso de fabricación les confiere unas características agresivas para el pelo de tu barba. Puede llegar a partir los cabellos, arrancártelos e incluso dañar la piel de tu cara y la raíz de tu pelo, que es el origen de una barba saludable. Invierte un poco más en cepillos y peines para la barba, están fabricados para ser cuidadosos con ella.

Cortar demasiado pronto tu barba y hacerlo por tu cuenta

Cuando estás más pendiente del estilo de tu peinado que del proceso de crecimiento de la barba puede que te entren «las prisas». En esas ocasiones quieres dar un aspecto determinado a tu barba y te lanzas a recortarla, rebajarla y darle forma para lograr ese objetivo. Muchas veces, antes de lo necesario. Para dar un estilo apropiado a la barba, sea el que sea, primero es necesario dejarla crecer lo suficiente.

Y cuidadito, a la hora de recortar. Antes de prepararte un zafarrancho irreparable en la barba, por inexperiencia o por falta de habilidad con las herramientas, acude a un barbero profesional. Sobre todo en las primeras fases del crecimiento de la barba. Con su ayuda y experiencia, contándole qué es lo que quieres conseguir con tu barba podrá darte el estilo que buscas, por fases y al mismo ritmo al que tu barba crece. Ten paciencia y escúchale. Él o ella saben más que tú, probablemente.

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